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Francisco Leiro

Datos de nacimiento
LOCALIDAD: Cambados
PROVINCIA: Pontevedra
PAIS: España
FECHA: 1957

Obras del autor:

Biografía:
Conoce los rudimentos de la talla y el trabajo de la madera de la mano de su abuelo y su padre, ambos ebanistas, un aprendizaje que prosigue en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago de Compostela, a la que asiste entre 1974 y 1976, y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde acude por libre a clases de modelado y dibujo. Próximo al grupo de creación Foga, muy influenciado por el surrealismo, en los años centrales de los setenta desarrolla una obra de carácter conceptual realizada a partir de materiales de desecho, que a finales de la década abandona por una personal práctica figurativa de híbridas influencias pop, barrocas y surrealistas. Esta plástica queda plenamente conformada en los primeros años ochenta, en los que las torsiones y composiciones forzadas otorgan una vitalidad y un dramatismo y vehemencia formales a sus obras que hacen que éstas aparezcan vinculadas a las prácticas expresionistas dominantes. Contribuye a ello su trabajo sobre granito y, fundamentalmente, madera, de una factura tosca y ruda en sus acabados, próximos a la escultura popular gallega, que complementa con el color, un elemento plástico que potencia aquella lectura primitivista y expresiva, y que resta importancia a otros valores clave en una producción que da cabida a una profunda reflexión sobre unos fundamentos clásicos de la escultura en términos compositivos –la verticalidad-, estructurales –masa y volumen- o iconográficos –arquetipos mitológicos, referencias literarias-. En 1982 presenta su primera individual madrileña (Galería Montenegro), participando posteriormente en algunas colectivas significativas en el panorama artístico español de comienzos de los ochenta como Atlántica (Santiago de Compostela, 1983), En tres dimensiones (Caixa de Pensiones, Madrid) y Seis Escultores (Palacio de Cristal, Madrid), ambas en 1984, un año en el que expone individualmente en el stand de Elisabeth Franck en la FIAC de París y su obra aparece en la selección de Lucio Amelio de la Feria de Basilea. En 1987 se traslada a Nueva York tras la concesión de una beca Fullbright. Sin abandonar la mordacidad y el explícito sentido del humor que caracteriza toda su producción, mantiene su continuada exploración en torno a la figura humana, aunque con la introducción de nuevos recursos técnicos y formales. Mezcla la madera con otros materiales sintéticos –resinas, fibras de vidrio, poliéster, vinilo-, que marcan un plano de contrastes en el juego de texturas y calidades táctiles. Paralelamente, la yuxtaposición de lenguajes abstractos y figurativos propicia la aparición de obras híbridas en las que se confunden funciones y atributos formales de personajes y objetos de uso cotidiano. En la primera mitad de la década de los noventa aborda nuevas estrategias de análisis de lo escultórico. Nubes (1991) constituye una serie de obras de pared con la que indaga en la diversidad como característica básica de las relaciones que mantienen la escultura y el espacio, línea que gana en complejidad conceptual con Crías (1992-3), en las que queda patente su interés por conceptos como peso y gravedad. Poemas-cuña (1994) aparece como su serie más abstracta, con la que se introduce en el análisis del valor significante de la escultura, a la par que abre vías para la introducción de soluciones escenográficas a obras posteriores. En el último tercio de la década regresa a la madera, la talla directa y la figura humana, reduciendo la presencia de materiales sintéticos, en reivindicación de los valores artesanales de la disciplina. Recrudece el tono paródico de sus obras, estableciendo una distancia sarcástica con el mito a que se han visto reducidos temas como la mujer, el sexo, los dioses y, especialmente, el artista y la escultura. El volumen, el equilibrio, la masa y el espacio siguen siendo los fines últimos de su obra, que juega en los últimos años con continuos cambios de escala (encargos públicos, series de pequeño tamaño como sus duendes fluviales o Ninguén), y en la que el dibujo cobra un especial valor experimental como escenario para el ensayo de futuras soluciones formales.

Bibiliografía:
Antón Castro, X., "Francisco Leiro", en Francisco Leiro. Recent Sculptures (cat.) Nueva York, Malborough Chelsea, 2000; Blanch, T., "Miradas oblicuas al ser", en Leiro (cat.), Madrid, Malborough, 1993; Cameron, D., "Un toque de significado", en Francisco Leiro (cat.), Pontevedra, Excma. Dip. de Pontevedra, 1991; Fernández-Cid, M., "La actitud de Leiro", en Leiro (cat.), Valencia, IVAM, 2000; Olmo, S.B., "Distorsiones en cuerpo de madera", en Leiro (cat.), Valencia, IVAM, 2000; Tager, A., "Francisco Leiro", en Francisco Leiro. Recent Sculpture (cat.) Nueva York, Malborough, 1992.

Escritos:
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